¿Crees que conoces tu tipo de cabello, pero parece que no puedes encontrar productos que funcionen para él? Lo más probable es que no estés tan en sintonía con ello como pensabas.
Al igual que comprender tu tipo de piel es crucial para implementar un régimen efectivo de cuidado, determinar tu tipo de cabello real y su estructura puede desempeñar un papel enorme en la eficacia de tu rutina diaria de cuidado. Sin embargo, descubrirlo puede sonar más fácil que hacerlo.
Además de las categorías obvias como recta, ondulada y rizada, también hay varios otros factores a considerar al identificar tu tipo de cabello único, incluida la porosidad y la humedad del cuero cabelludo. Si eso suena abrumador, no te preocupes, ¡estamos aquí para ayudarte!
A continuación, te mostramos todo lo que necesitas saber para determinar tu tipo de cabello exacto y lo que eso significa para tu rutina diaria de cuidado y para saber qué tratamientos capilares hay para ti.
Aunque puedes decir que tu cabello es voluminoso, plano o rebelde simplemente mirándote en el espejo, es el diámetro de tu cabello lo que es súper importante para elegir los productos correctos, algo que no puedes decir con solo mirar. Según los expertos, solo puedes probar si tu cabello es fino, mediano o grueso al hacer una prueba de mechón.
• Si tomas un solo cabello entre tus dedos y no sientes nada, entonces tienes el cabello fino.
• Si puedes sentir el cabello, entonces es mediano.
• Si siente una hebra fuerte y tosca, entonces es grueso.
No confundas la densidad del cabello con el diámetro; las personas con cabello fino pueden tener una tonelada, pero aún así es considerado fino. Debes enfocarte en analizar las hebras individuales.
Si tienes problemas para determinar si puedes sentir tu cabello o no, puedes hacer una prueba de hilo también: toma un cabello de tu cabeza y colócalo junto a un hilo de coser, si tiene el mismo ancho que el hilo, tu cabello tiene una textura media, pero si es más delgado o más grueso ya sabrás el diámetro.
El hecho de que el diámetro de tu cabello sea fino no significa que no puedas tener una cabellera gruesa y viceversa. Existe una forma simple para observar la densidad de su filamento: Parada frente a un espejo, toma un puñado de cabello a un lado de tu cabeza y observa el espacio alrededor de ese -grupo-. Si puedes ver fácilmente tu cuero cabelludo, es probable que tu cabello sea delgado. Si el cuero cabelludo no es visible, seguramente sea grueso. Si estás en el medio, tienes cabello de densidad media.
Determinar tanto el diámetro como la densidad ayudará a reducir los tipos de productos que debes usar. Alguien con cabello denso y grueso necesita productos para alisar, mientras que alguien con cabello menos denso, pero aún áspero, necesitará un producto voluminizador.
La cantidad de elasticidad que tiene tu cabello indica qué tan saludable es, además de lo fácil que será diseñar el estilo que deseas. Para probar, comienza a estirar lentamente el cabello, si se rompe casi de inmediato, su elasticidad es baja, pero si se estira al 50% de su longitud original, tiene una alta elasticidad. Si tu cabello tiene baja elasticidad, deberás usar un tratamiento fortalecedor.
Probablemente tengas una idea de su textura natural, pero es muy importante saberlo con certeza antes de comprar un producto. Tu cabello cambia naturalmente la textura a medida que envejece, además de cosas como el control de la natalidad y otros tratamientos hormonales también pueden afectarlo. Debes dejar que tu cabello se seque al aire al menos un par de veces al mes; esto les dará a tus hebras un descanso del estilo de calor dañino, además de asegurarte de que estés totalmente familiarizado con tu patrón de rizos.
Es importante entender qué tipo de cuero cabelludo tienes para asegurarte de elegir productos para mantenerlo sano y equilibrado. Revisa tu cabello un día después de haberlo lavado; si es muy grasoso, tienes un cuero cabelludo graso. Si se ve básicamente igual, tu cuero cabelludo está bastante equilibrado. Si está seco, comenzará a ver partículas blancas en el día dos.
La mayoría de las personas tienen una combinación de cuero cabelludo graso y puntas secas. En ese caso, es mejor usar un champú para dar volumen justo en el área de la raíz, luego aplicar un acondicionador hidratante desde la mitad del tallo hasta las puntas del cabello.
Probar la porosidad de tu cabello no se trata tanto de los tratamientos diarios ni de aprender cuánto tratamiento químico (tintes, permanentes, etc.) pueden soportar tus hebras. Para probar esto, toma de tu cabeza un mechón de cabello recién lavado y secado con toalla; ponlo en una taza con agua, si se hunde de inmediato, es probable que tu cabello sea muy poroso, si no se hunde, tu cabello no es poroso.
El cabello rubio tiende a ser más poroso que cualquier otro color, por lo que necesitamos humedad adicional. Para estos casos, se recomienda el uso semanal de un producto hidratante para ayudar a equilibrar sus hebras.
Una vez hayas identificado el tipo de cabello que tienes, es mucho más fácil elegir los mejores productos para mantenerlo radiante, saludable y hermoso. En Thyms tenemos un producto para cada tipo de cabello, desde tintes sin amoniaco y tratamientos capilares hasta oleos protectores. ¡Conoce nuestro catálogo y pídelo a tu distribuidora de belleza más cercana!
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